Ischigualasto, donde se posa la luna
Hoy vamos a tomar una de las rutas más famosas de la Argentina, la 40. Surcando el pavimento de esta emblemática ruta nos encontraremos con el Parque Provincial Ischigualasto, uno de los lugares más bellos del país considerado por la UNESCO, Patrimonio de la humanidad.
Este Parque es considerado uno de los destinos turísticos más importante de la Provincia de San Juan, y muchos lo conoces por su atracción más popular, el Valle de la Luna. Sus 150 km2 de paisaje prehistórico lo hicieron famoso en todo mundo, por su valor arqueológico y paleontológico, pero por sobre todas las cosas por su belleza.
El camino para poder llegar es tan atractivo como el propio Valle, se puede ir desde San Juan Capital, por la ruta 40 hacia el norte, hasta llegar a Huaco, y desde allí tomaremos la ruta 150, y luego de transitar varios túneles y puentes, llegaremos hasta el Valle de la Luna.
Los paisajes del Ischigualasto son multicolores, y son un reservorio de fósiles del periodo Triásico, incluyendo el del dinosaurio más antiguo del mundo, el Panphagia protos descubierto en 2009. El parque también alberga geoformas erosionadas por los vientos del cual hablaremos unas líneas más abajo.
Como siempre decimos, para poder recorrer el Parque es vital contar con un guía, no solo por seguridad, también porque él nos contará cosas del lugar realmente interesantes, como el origen del nombre del Parque (que significa sitio donde se posa la luna), y nos aportará muchísimos datos curiosos.
A lo largo del paseo por el Valle nos encontraremos varias formaciones como “El gusano”, el más antiguo de todos con más de 200 millones de años donde, entre otras cosas, se puede ver a simple vista helechos fosilizados en las mismas. También están “Valle Pintado”, “La Esfinge”, “El Submarino”, “El Hongo” y las “Barrancas coloradas”, todos sitios que se han formado con el correr de los milenios desde la época pre-histórica, cuando esa zona formaba parte del lecho marítimo.
Pero entre los lugares más destacado e impresionantes esta “La cancha de bochas”. No es que haya un centro deportivo o un centro de jubilados en el lugar, si no que este sitio presenta un sinfín de esferas perfectamente pulidas del mismo material que contiene el suelo, todas ellas posadas sobre una superficie sumamente plana. Lo extraordinario de este fenómeno es que se dio sin intervención de la mano del hombre, estas rocas esféricas adquirieron esta forma gracias a por un proceso prolongado de sedimentación.
Un dato que pueden tomar en cuenta: A la hora de programar el viaje, estudien que día hay luna llena, si tienen la suerte de estar por aquellas latitudes cuando hay luna llena, hagan este mismo recorrido de noche con un guía. Será una anécdota que contarán una y otra vez.
Nota realizada por Leonardo Leveroni