A solo 297 km del Obelisco y a orillas del Rio Paraná esta Rosario, un buen destino para hacer una escapadita urbana.
Tenía ganas de manejar, de recorrer unos cuantos kilómetros en mi auto y de paso conocer algún lugar nuevo. Los primero rayos del sol pegaban en la persiana de la cocina. En la radio sonaba Fito Páez, sonaba el estribillo que decía “Rosario siempre estuvo cerca” y unos segundos más tarde Fito cantaba, “No hay merienda si no hay capitán”, ese fue el detonante para que agarre unos pesos, las llaves del auto y el mate, me voy para allá.
A menos de 4 horas de Buenos Aires esta la ciudad de Rosario, un gran lugar para conocer y disfrutar. ¿Pero que tiene de atractivo esta ciudad? El humorista, Roberto Fontanarrosa, rosarino al igual que Fito y el Capitan Piluso (Alberto Olmedo), esbozo una respuesta a esta pregunta:
“Somos creativos, a falta de paisaje Rosario tiene lindas minas y buen fútbol. ¿Qué más puede pretender un intelectual? Esa es mi respuesta cada vez que me preguntan por qué vivo en Rosario, hecho que, por otra parte, no es demasiado curioso”, afirmó el humorista en uno de sus escritos llamado ´Rosario, mi ciudad´, “Un millón doscientas mil personas han tomado la misma determinación. Lo de las mujeres, señores, es destacable. Más de una vez pensé, y hasta lo propuse, que si había que hacer una campaña publicitando Rosario como destino turístico, a falta de mar, picos nevados o juegos de azar, teníamos que hacer hincapié en lo de las mujeres. Admito que nunca encontré una frase impactante para mi propuesta publicitaria: la fellinesca “Rosario, la ciudad de las mujeres” suena un tanto obvia y sin gracia; “Rosario, Capital Nacional de la Potra”, rotunda y aceptada rápidamente por la vulgaridad de mis amigos, era sin duda burda y bastante peyorativa hacia el género femenino. Buscar algo en torno a “loba”, nos hubiera emparentado demasiado con Roma. La idea quedó en la nada”.
Pero volvamos a lo nuestro. Después de mi visita de apenas 24 horas, en las próximas líneas intentaré contarte alguna de las propuestas que encontré en esta ciudad situada a orillas del Rio Paraná, a la que se puede llegar por la Ruta 9 desde Buenos Aires o Córdoba.
Lo primero que quiero mencionarte que no todo el recorrido lo hice en mi auto, la ciudad cuenta con un sistema automatizado de alquiler de bicicletas, por lo que no es necesario estar todo el día motorizado.
Ahora sí, paso contarte.
1- El monumento, un clásico
Siempre quise subirme a la torre del Monumento a la Bandera, cosa que pensé que estaba prohibido, pero para sorpresa mía cuando llegó a la inmensa construcción (Calle Santa Fe y Avenida Belgrano) me dijeron que no había ningún problema que podía ascender a los más alto, pagué un bono contribución ($ 12 o U$S 0.30) y subí los 70 metros de altura hasta llegar al mirador donde además de ver casi toda la ciudad, esta la cripta con el escultura de Manuel Belgrano, el creador de nuestra insignia patria.
2- Esas callecitas…
Una vez que dejó atrás el Monumento a la Bandera, decido tomar la calle Córdoba que nace a metros del Rio Paraná. Pedaleo unos cuantos metros varios edificios y mansiones de finales del siglo XIX y principios del XX comienzan a aparecer, apenas doscientos metros por la calle adoquinada, me topo con la calle Laprida donde empieza la extensa peatonal, a pesar de estar lleno de comercios me detengo en varias casa antiguas intentando descubrir su historia, más adelante me topo con dos gigantescos edificios que me impactan, tal vez por están emplazados en la misma equina, Corrientes y Córdoba, a mi izquierda la Bolsa de Comercio y a mi derecha el café Augustus, emplazado desde 1964 en una construcción de 1920. Las ganas de un café me viene a la mente, pero decido preguntar por algún lugar no tan céntrico, un transeúnte me recomienda un buen lugar para tomar un cafecito a pocas cuadras de ahí, sigo las indicaciones y me encuentro con El Cairo, el búnker donde se reunía Fontanarrosa, tal vez por hoy lo cité
3- El Río
Para todo aquel que visite Rosario es casi una obligación recorrer el paseo costero, la caminata es larga, cada tanto algún buque inmenso surca las aguas del Paraná y es inevitable correr la mirada hacia la mole de hierro flotante.
Se acerca la hora del almuerzo busco lugar, me cuentan que hay muy buena parrilla cerca al balneario La Florida, otro de los iconos del ciudad, se trata de la Parrilla Carlitos, ubicada sobre la Avenida Eudoro Carrasco al 2700, si quieren parrilla tradicional, comer bien ya sea carne o pescado, vallan ahí. Sin dudarlo.
4- Arte y música…
Después de un buen almuerzo, y como las nubes amenazan mi humanidad, me voy al Parque Independencia donde está el Museo de Bellas Artes Juan B. Castagnino, heredero del primer Museo de Bellas Artes de 1920. A pesar de mi ignorancia en lo que arte se refiere, me sorprendo con la extensa colección de pinturas, esculturas, grabados y distintas obras de artistas argentinos y europeos, entre ellos Francisco de Goya, Eduardo Sívori, Ernesto de la Cárcova, entre otros.
Después de recorrer el inmenso museo, decido visitar otro lugar donde el arte es un poco más contemporáneo. Se trata de Beatmemo, el primer bar temático dedicado a la legendaria banda inglesa, The Beatles. Un lugar rodeado de imágenes históricas de la banda de Liverpool y obviamente ambientado con su música. Allí, además de estar rodeados de innumerables imágenes de John, Paul, George y Ringo, podrás tomar unos tragos y disfrutar de algunas de sus platos.
5- Antes de dormir
Después de haber disfrutado de unos tragos y una rica pizza acompañado de la música Beatle, y antes de dar paso a la almohada, voy en busca de una Bocha de helado para intentar comprender porque Rosario es la Capital Nacional del Helado Artesanal. Mi sensación es que cualquier heladería hacer honor a este título, pero me decido por Bocha Helados, ubicado en Paraguay 412, allí podrás comer cualquiera de los sabores tradicionales o probar alguno de los gustos especiales que de tanto en tanto sacan a la venta como Arándanos al limón, Mango Naranja, Chocolate picante, Pistacchio, Albahaca Durazno o el “Green Power” hecho con Palta, Banana, Spirulina y Pimienta Verde, a mí me toco probar uno sabor vegano hecho con Melón, Menta y Maca, una delicia.
Mis 24 horas en Rosario pasaron volando, conocí buena parte de los grandes centros urbanos que tiene Argentina. Me resta muchos por conocer, pero seguramente no faltará oportunidad de conocer más a fondo esta espléndida ciudad, pronto volveré porque para mí Rosario siempre estará cerca.
Nota realizada por Leonardo Leveroni