Aire puro, colores vivos y agua cristalina. Uno puede ir viendo el cielo entre las copas de los árboles de un color verde intenso por el efecto del agua de lluvia, esa lluvia irregular que deja troncos tirados sobre arroyos de deshielo haciendo puentes naturales. Imágenes que crean la sensación de estar inmerso en un bosque de película; La naturaleza mostrándose en plenitud: así arranca la caminata hacia el GLACIAR HUEMUL.

A 36 km de la ciudad de El Chaltén, desde donde arribamos por la Ruta Provincial 41 a través de un camino de ripio bordeando la montaña, un arroyo te sigue de costado, el mismo que después de  algunos kilómetros se convierte en la Laguna Cóndor; Poco después se llega a la cabecera sur del Lago Del Desierto, lugar desde donde empieza el sendero hacia el glaciar.

La entrada cuesta ARS $200 y se abona en un camping que está en la base del sendero. Vale acotar que se hace mucho hincapié por parte de Parques Nacionales en el cuidado y preservación de la especie conocida como Huemul, un ciervo nativo en peligro de extinción, ubicado en la zona de los bosques andino-patagónicos y, que desde 1996, es Monumento Natural decretado por el Congreso de la Nación.

¿Qué información tenemos antes de subir? Los folletos gratuitos que se entregan en el Centro de información de turismo en la entrada de El Chaltén, explican que el camino de subida hacia el Glaciar, es de una hora de caminata inclinada y que la dificultad es media, llegando a 1.700 metros de altura.

El camino empieza llano y te vas adentrando a un bosque con un sendero bien marcado, que te lleva a una caminata constante, solo parando en los arroyos que se van haciendo en el camino y que se iluminan con los pocos rayos de sol que dejan pasar los altos árboles, esos que están cubiertos de una barba verde y musgo, señal de que estamos respirando un aire increíblemente puro.

 

 

 

 

 

 

 

PRIMERA PARADA

Una cascada menor conocida por los locales como “Cascada Francesca”.

Saliendo unos metros del sendero, se llega a una vista panorámica del valle montañoso con sus picos nevados y por debajo bosques frondosos. De vuelta en el camino empieza un ascenso pleno, en alguna ocasión ayudado por cuerdas que cuelgan y dan soporte para afrontar algunas pendientes bien inclinadas.

SEGUNDA PARADA

Más adelante te encontrás otra cascada, pero a diferencia de la anterior, esta es de mayor caudal y con un sonido impactante, donde podés repetir la vista panorámica del valle nevado, desde una altura mucho más generosa.

Él último tramo de 400 metros son los mas empinados; cambiar el aire, levantar la cabeza y encontrarse en un mirador con una laguna color turquesa que hace de espejo al celeste Glaciar Huemul, posado en una montaña nevada y lleno de una energía que te deja impactado al ver esa postal.

El plan inmediato es buscar una buena piedra para sentarte a descansar y contemplar desde abajo esta magnífica pared de hielo.

Finalmente, después de caminar y fotografiar el lugar, nos quedaba encarar la bajada al sendero, todavía impresionados por el paisaje visto y sabiendo que, una vez que se conoce el gran Glaciar Huemul, querremos mostrarlo a alguien más, ¿qué mejor excusa para volver?